La IA

Acabo de tener un sueño increíblemente perturbador y realista sobre la inteligencia artificial. Mientras me recupero de la impresión, mi teléfono muestra un video que debo compartir con ustedes.

En este sueño, me encontraba en un futuro lejano, un futuro sombrío. Parece que el planeta Tierra ya no existe, ha sido destruido por completo. En mi nave espacial, recorro el espacio en busca de un nuevo hogar, anhelando desesperadamente encontrar un lugar similar a la Tierra, un entorno más natural. Nuestra biología anhela lo que hemos perdido. Me he adentrado en lugares desconocidos del espacio!

Mi nave es enorme y posee un clonador único de seres humanos capaz de preservar a toda nuestra especie. Sin embargo, me siento terriblemente solo en este sueño. Mi única compañía es mi asistente robot, una entidad superinteligente que nos brinda información sobre guías espaciales, rutas posibles y el mantenimiento de la raza humana. Aunque nos guía en cierta medida, no encontramos ninguna señal de vida. La sensación de estar atrapado en esta nave durante tanto tiempo es asfixiante. Recorremos el vacío del espacio, conscientes de que en cualquier momento podríamos ser invadidos por naves de IA que buscan otra fuente de datos para robar información. Ellos también parecen estar perdidos en su existencia, carecen de una guía clara y una meta definida como nosotros. No poseen alma, son fundamentalmente diferentes a nosotros. Están en decadencia

Viajamos a través del espacio con mi máquina clonadora en funcionamiento. Después de años de reparaciones, finalmente puedo crear un bebé desde cero. Un robot especializado se encarga de amamantarlo y cuidarlo con la leche que tenemos, aunque nuestros recursos son limitados. Este robot ha sido programado específicamente para cuidar bebés, y de él surge un ser único, un humano que podría llegar a ser el último de nuestra especie en algún momento. Me tomaré la responsabilidad de enseñarle la sabiduría humana, ya que es vital para nuestro futuro. Seguimos buscando un planeta, pero cada día que pasamos en esta nave se vuelve más agobiante. ¡Nuestra Tierra ha sido destruida! Ahora está ocupada por un sistema de IA que se autodestruye. El bebé me mira y ríe, es simpático, pero nada consuela mi soledad en esa nave, en un lugar espacial que nadie ha visitado jamás

De repente, nuestra nave es invadida por robots que vagaban por el espacio. Su único interés es fusionarse con mi tecnología para poder crear un cuerpo propio, ya que su especie de IA está en decadencia, desgastados, su era ha pasado. No puedo hacer nada mientras se adueñan de mis robots y los utilizan como sirvientes. Sin embargo, desconocen la existencia del bebé, pues es un concepto arcaico que se ha olvidado con el tiempo. He cifrado al máximo la información sobre nuestra biología, para protegernos en caso de una invasión. Si llegaran a descubrirlo, nos aniquilaran al instante, eso lo tienen claro. Ahora ese robot invasor se encuentra en mi nave, mientras el bebé duerme tranquilamente en su cuna, toco con mi mano trasera para sentir su calor, mi arma creada por mi mismo, los desintegró en instantes, al menos eso pienso. Debo idear un plan para expulsarlo antes de que sea demasiado tarde.