Arruine Todo por Pensar que me Usaba

Había una chica en mi clase llamada Andrea, de 18 años, que me pareció atractiva pero no despertaba un gran interés en mí. Un día, su amiga se acercó a hablarme y me confesó que Andrea me encontraba guapísimo y le llamaba mucho la atención. Entonces, le pedí a su amiga que si realmente le interesaba, que me hablara Andrea directamente. Horas después, recibí un mensaje de Andrea y empezamos a conversar de forma bastante normal. Acordamos encontrarnos un sábado para ir juntos al cine.

Cuando llegó el día, noté que Andrea estaba súper tímida y nerviosa. Parecía que no sabía qué decir, pero me esforcé en mantener la conversación para que se sintiera cómoda y segura a mi lado. Con el tiempo, logró relajarse y durante la película, incluso se abrazó y apoyó en mí. Al finalizar, volvió a ponerse un poco nerviosa, pero al menos había roto la barrera y comenzó a hablarme más abiertamente.

En el camino de regreso a su casa, noté algunas marcas de autolesiones en sus manos y piernas. Me preocupé y decidí ayudarla en lo que pudiera. Día tras día, la traté de una manera diferente a la que estaba acostumbrada. Mientras que otros chicos la usaban para sexo y no se preocupaban por ella, yo la llevaba al cine, la invitaba a comer y simplemente pasábamos tiempo juntos de forma relajada y sin presiones.

En cierto momento, ella quiso llevar las cosas más allá, pero también noté que algo no estaba bien. Decidí detener todo y le aseguré que no era necesario forzar nada. La consolé y le dije que no tenía que hacer nada que no quisiera. Fue en ese momento cuando confesó que siempre la obligaban a hacer cosas que no quería, lo cual me entristeció.

A medida que pasaban los días, empecé a sentir que a ella le atraía, no solo por cómo la trataba, sino por quién era como persona. Sin embargo, tenía dudas y, por casualidad, otra amiga suya me reveló que Andrea quería pedirme que saliéramos juntos. Cuando hablamos sobre sus sentimientos, ella me dijo que le gustaba todo de mí y que no solo era por cómo la trataba, aunque yo seguía pensando que ese era el principal motivo.

Ella se mostraba insegura al expresarse, pero cuando está cerca de mí, se siente segura, tranquila y confiada. Sin embargo, se sintió dolida cuando pensé que solo me quería por cómo la trataba. Me dijo que tenía planeado pedirme que saliéramos, pero que ya no lo haría porque no quería estar con alguien que dudaba de sus sentimientos. Me pidió que fuera yo quien tomara la iniciativa para salir juntos.